Tic, tac, tic, tac… El reloj electoral se ha puesto en marcha tan solo medio día después del 28 Mayo. Aunque esto ya lo advertía un tal Pablo Iglesias cada vez que le ponían la alcachofa delante de su boca, pero, como suele pasar en nuestra España con este hombre, cuando oían esto, lo volvían a recrucificar. ¡Y ahora nos pillan con estos pelos!
Me vais a permitir que me exprese en un lenguaje llano: la cosa pinta chunga.
Y también me vais a consentir que me ponga pesadito. En julio, los currantes que defendemos el espacio progresista, necesitaremos el apoyo que en mayo no nos han dado. Lo necesitamos tanto como los embalses necesitan las gotas de lluvia que no llegaron a su tiempo debido. Y no, no es que la gente sea tonta, no. Es que es fácil y sencillamente manipulable. Porque no tiene mucho sentido que la balanza se haya inclinado hacia aquellas opciones que defienden los patronos. Aquellas iniciativas de avance social que han sido votadas en contra por las bancadas que ocupan las derechas. A veces perdemos la perspectiva o el punto de mira. Nosotros estamos en el escalón de los de abajo con intereses opuestos a los de arriba. Porque es de cajón que las derechas defenderán, defienden y defendieron siempre los intereses de los de arriba. Y nosotros, los de abajo, somos más y por tanto tenemos más fuerza y por lógica podríamos cambiar el rumbo de las cosas y hacer cumplir el sueño de Quilapayún: «El pueblo unido jamás será vencido»
Doy por sabido que ya hay pocas gentes que desconozcan que los medios informativos, ya sean a través de prensa escrita, de las radios o de las televisiones están en manos de los que mandan. Y esos que mandan permiten la corrupción periodística, porque cuando ordenan informar cosas que a sabiendas son falsas, eso es corrupción. Corrupción dicho con todas sus letras. Y eso supone un grave problema que nos afecta a todas y a todos porque asistimos, cada vez con mayor intensidad, cómo se devalúa y altera la democracia. Así que os pido y os ruego no hacerle demasiado caso a los del «es demasiado burdo pero voy con ello» o sea a: Inda, Ferreras, Pablo Motos, Ana Rosa, Vallés, Ana Terradillos y otros. O lo que es lo mismo a los comunicadores que están bajo nómina de Atresmedia y Mediaset, que son los verdaderos jefes del cotarro.
No porque informen según su ideología, porque eso es legitimo en democracia, sino porque lo practican a sabiendas que lo hacen falsamente y eso atenta contra el principio ético periodístico, que no es otro que la veracidad y la responsabilidad social. De aquellos: Trump, Bolsonaro, Meloni, Sarkozy o Berlusconi a estos Feijóo, Ayuso, Almeida, Espinosa de los Monteros, Smith, Buxadé, y demás abascales… O lo que es lo mismo: involución.
Pero el meollo de la cuestión no solo es este sino también este otro; el de vamos hacer un esfuerzo de recuerdo: las subidas del salario mínimo interprofesional, la reforma, laboral, la creación de empleo, las subidas de las pensiones, las leyes de igualdad y de eutanasia, la ley de la vivienda, el impuesto a los más ricos, el ingreso mínimo vital, el tope al gas, el tener la inflación más baja de toda Europa, los ertes y el escudo social en la pandemia. Todo esto y mucho más, lo ha hecho el gobierno de coalición para mejorar la vida de los que madrugan. Pero resulta que en la mente de los currantes lo que se ha cimentado es que la ETA gobierna con Sánchez. Que los inmigrantes se llevan tu trabajo y todas las paguitas y que si vas a comprar el pan, encima te okupan tu casa. Que el gobierno es ilegitimo. Este es el mensaje que ha calado y de eso se han encargado los anteriormente citados. Porque el que a estas alturas no se haya enterado de esto es que sigue a pies juntilla el refrán «no hay peor sordo que quien no quiere oír»
Esto hay que combatirlo. No hay que tirar la toalla. Si ya sabes que los medios de gran audiencia te van a roer el coco, entonces aplícate esta advertencia: a palabras necias oídos sordos. Desconéctate. Y no lo digo yo, sino que lo ha dicho el mismo presidente de gobierno de España señalando el juego sucio de los medios que aúpan a la derecha extrema y la extrema derecha que quieren derogar los avances conseguidos. Lo que no logro a entender es que los currantes se desentiendan de la política (res pública) que nos afecta a todas y todos. No le deis otra vez la razón al partido abstencionista y seguid el mandato de Don Antonio Machado: haced política, porque si no la hacéis alguien lo hará por vosotros y probablemente contra vosotros.
Ya voy terminando, no sin antes decir que necesitamos una ideología no inocente y más comprometida porque en democracia es mediante el voto lo que nos permite transformar la sociedad para bien o para mal, para avanzar en derechos o para perderlos. En tiempos difíciles la lucha es el único camino que tenemos los currantes: seguir, insistir, persistir, resistir y nunca desistir. Porque los derechos de los ricos no son los de los nuestros. Se puede y se debe revertir lo ocurrido en mayo y convertir julio como el mes más florido del calendario. (Ya que estamos inmersos en lo del cambio climático)
No me queda más que decir ahora que suena en mi mente aquella canción de Luis Pastor que me marcó desesperadamente para siempre, cuando la oí en mis años jóvenes: «con tu puedo y mi quiero vamos juntos compañeros».
Recuperémoslo. Tic, tac, tic, tac… ¡y nosotros con estos pelos! Aún estamos a tiempo. Y recordad: la gratitud es una flor que brota del alma.