Así empieza lo malo. Dando credibilidad y apoyo a los opresores y a los que mienten a sabiendas. A los que hacen política contra los más oprimidos.
Las palabras son muy necesarias pero a veces pueden hacer un extraordinario daño, sobre todo cuando salen de bocas con intención manifiesta de confundir a través de mentiras a sabiendas que los son, entonces se convierten en un campo de minas que coartan la libertad y que hacen daño a las personas y a la democracia. Resulta muy difícil saber quién dice la verdad y quién no dice la verdad, quién miente y quién no miente. Ese dilema ya está fabricado e instalado en la cabeza de la ciudadanía. No son pocos los filólogos, sociólogos y demás especialistas que opinan y escriben de ese mal que se va extendiendo y enraizando en el mundo de la comunicación, como es la manipulación mediática, que la definen como una de las formas más perniciosas de trastocar el delicado engranaje del funcionamiento democrático, ya no son los tanques ni los golpes militares del siglo XIX. La manipulación mediática es una de las señales más peligrosas y sutiles para dominar a las personas.
Los grandes oligopolios comunicativos españoles (Mediaset, Atresmedia…) con programas de máxima audiencia que con profesionales especializados (Inda, Ana Rosa, Vicente Vallés, Susana Griso, pablo Motos, Ferreras, Ana Terradillos etc.) tienen por finalidad impedir que se conozca la realidad porque sin una información veraz, entendible y transparente se hace inviable e incluso se deteriora la acertada toma de decisiones que afectan a la cosa pública, ya que se imposibilita que haya conexión entre la información veraz y la conciencia colectiva. Cuanto mayor sea la manipulación, mayor será el deterioro de la democracia, cuya esencia radica en la transparencia, en la calidad y en la verdad. ¡O debería…! Y si encima tiene coordinación con otros apoyos de tanto o más poder como son el judicial, el oligárquico, el económico entonces…
Voy a poner un ejemplo muy sencillo. Cuando emitimos la palabra árbol al receptor se le dibuja simbólicamente en su mente un árbol. Y se produce el entendimiento de ese concepto. Pero cuando se comunica que ha habido lawfare en un asunto político a un receptor común no se le dibuja nada en su mente, en cambio si se le dijera cacería judicial corrupta, sí se produciría el entendimiento. Así es como a través del lenguaje van enmarañando y manipulando sistemáticamente la comunicación entre los noticieros y la ciudadanía receptora. Unas veces con palabras de difícil interpretación, otras con frases ambiguas y tergiversadas. Tanto es así que medio siglo después el slogan «Una, Grande y Libre», aunque la Constitución española reconozca y garantice el derecho de las nacionalidades y autonomías que integran nuestro estado, ese slogan de «nacionalismo español-madrileño» sigue anclado y bien anclado en una gran parte de la colectividad española pero sobre todo en los directivos de esos grandes oligopolios comunicativos y en sus comunicadores más activos. «Si no estáis prevenidos ante los medios de comunicación, os harán amar al opresor y odiar al oprimido» (Malcom X). No se entiende que se revalide electoralmente ese “seremos fascistas, pero sabemos gobernar” como tampoco se entiende que una importante masa social sea rehén de las mentiras y se crea a pies juntilla las palabras del opresor defendida por sus comunicadores desde los púlpitos televisivos y que se ignore la verdad que hace al oprimido más oprimido. Le dan máxima difusión a que ETA está en el Gobierno, que se ocupan todos los días miles de viviendas, que los de Podemos son los demonios de antes, que Pedro Sánchez es un engreído y que ha ocupado la presidencia del gobierno ilegítimamente etc. tanto es así que llegan a ser aceptadas, a través de la persistente repetición de mentiras, por una amplia mayoría social manipulable. Por ello hemos de estar vigilantes si deseamos disfrutar de una sociedad más justa e igualitaria. No es de mucho valor lo de: «me han dicho», «he oído que dicen». Ante eso hay que oponer reflexión y memoria. Si el gobierno del PP te subía la pensión un 0,25% y el actual gobierno de coalición te la garantiza con la subida del IPC anual, habrá que aplicarse el proverbio árabe: «la primera vez que me engañas, la culpa es tuya. La segunda la culpa será la mía» para ser rehén de esa mafia mediática.
Así que si se produjera una victoria de la derecha española que es toda ella extrema, habría que responsabilizar al mal periodismo patrio y todo el entramado oligárquico que manipula la información y como consecuencia deteriora la democracia. Aquí cabe recordar la proeza de Elion Nest al frente de su equipo Los Intocables que con tesón, firmeza y el buen desempeño de sus funciones como funcionarios públicos derrotaron y llevaron a la cárcel al mafioso Al Capone.
Lo que está en juego en estas próximas elecciones del 23 de julio, entre otras cuestiones, es conseguir un gobierno progresista y en contraposición derrotar electoralmente esa derecha política y mediática y sus cloacas que actúan como auténticos mafiosos y eso se puede hacer, ¡claro que se puede hacer! con la unidad del pensamiento progresista acudiendo en masa y en bloque unitario a las urnas para que el porcentaje del abstencionista baje considerablemente. No es comprensible que el porcentaje del electorado abstencionista en las zonas más adineradas sea en torno a un 10% y en el de los barrios de clase obrera sea de más de un 40%.
Así empieza lo bueno. Dando credibilidad a los que tienen un comportamiento coherente y digno. Respaldando a los que desarrollaron y consiguieron que ese escudo social y feminista sea hoy una realidad. Y todo ello gestionado en un contexto de pandemia o de una guerra entre Ucrania y Rusia. Sin olvidar a esa estructura parapolicial construida por el PP y con un poder judicial caducado pero que actúa poniéndoles trabas a las decisiones gubernamentales.
Es muy importante mantener viva la memoria y poner en valor las acciones gubernamentales ejecutadas y conseguidas por el gobierno progresista de coalición. He aquí una retahíla de logros que hoy están entre nosotros y que se pueden disfrutar: Subidas del SMI. Rebajas en el transporte público. Reforma laboral. Impuesto a la banca y a las eléctricas. Pensiones al IPC. Tope el gas. Ley trans. Baja por reglas incapacitantes. IMV ampliado. Ley Memoria democrática. Ley de protección animal. Prohibición de los cortes de suministros. Ley de familias. Ley solo sí es sí. Ayuda a las gasolinas. Reducción IVA productos de salud menstrual e higiene femenina. Voto rogado. Mejores políticas para conciliar. Ley de vivienda. Políticas para frenar inflación. Bonos sociales a las familias mono parentales. Trabajadoras del hogar con derechos. Creación de empleo. Etc etc etc. Ya se ha anunciado por parte de Feijóo y Abascal que muchos de estos avances serán derogados en caso de acceder al gobierno de la nación.
Los españoles tenemos en julio una nueva oportunidad para salir de ese círculo vicioso en el que nos quiere conducir el poder mediático, que es elegir entre lo menos malo y lo peor. En esta ocasión se ha conseguido lograr esa demandada unidad de las izquierdas a la izquierda del PSOE. Ya está Sumar incluida en la carrea electoral. Ya tenemos una candidata, Yolanda Díaz, a presidir el gobierno de la nación. Una candidata que es la política más y mejor valorada en las encuestas. Ya no hay posibles excusas. Ya hay una referencia de esperanza. Por simple higiene democrática hay que intentar llevarla a la presidencia del gobierno y como mal menor revalidar el gobierno progresista de coalición. Recordad que el voto útil es el que huye de la mentira mediática y se deposita en la urna. Así empieza lo bueno.