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Como es de suponer todos los ayuntamientos tienen medidas acertadas y también disparatadas, y el nuestro no iba a ser una excepción ¡como es de suponer!
La reflexión que hoy hago en voz alta va referida a la política informativa de nuestro ayuntamiento, aunque sería más certero decir propagandística que informativa. Y no me voy a referir al TOMA NOTA, porque ese medio ya se califica por sí sólo.
Voy a puntualizar esa última publicación que se ha difundido ampliamente, a través de flyers con el consiguiente gasto de reparto, de edición, de diseño, etc., etc. por cada una de las viviendas —que son miles— de nuestros núcleos de población. ¿Es realmente necesario hacer ese gasto de dinero público para anunciar que «tal día» se va a proceder el encendido del alumbrado navideño? Cuando ese mismo día y los siguientes se salga a las calles, se vean engalanadas con motivos navideños, como ocurre año tras año.
¿No sería más «rentable» socialmente hablando que ese dinero fuese destinado a las Cáritas o a ese listado de familias más vulnerables que debe tener registrado los Servicios Sociales municipales? Porque a esa Chocolatada, que encima tiene que ser GIGANTE, seguida de espectáculos, asistirá un porcentaje reducido de la ya abundante población que tenemos; el resto, es decir, la gran mayoría de la vecindad se dará por enterada cuando salga a dar un paseo por las calles y, como otros años, se vean adornadas con sus luces navideñas.
Insisto, ¿de verdad es necesario realizar ese gasto propagandístico? Cuando encima esa noticia está informada en la página web municipal. Lo de informada si lo empleo adecuadamente.
Son ya muchos los ayuntamientos infectados por ese virus vigués de cuanto más y más y más, ¡mejor! Pero ¿mejor para quién? ¿De verdad, se vende más en las ciudades porque sus calles estén engalanadas? ¿O será porque esas fechas son propicias per se a un mayor gasto familiar (recordad que también coinciden con vacaciones, o sea con mayor movilidad y asueto)? Porque si el motivo real de mayor venta en comercios esté centrado en calles muy iluminadas ¿Por qué no están iluminadas todos los días del año y así los comercios no tendrían esos baches de ingresos…? No será por eso, será más bien por lo otro.
A fin de cuentas, soy de los que piensan que no hace falta «convencer» a nadie de lo maja que quedan nuestras calles sin necesidad de golpes de talonarios propagandísticos. El problema no es que se iluminen las calles en navidad. El problema es que encima se haga un gasto propagandístico añadido de algo que, de antemano, ya se da por sabido.
Soy consciente que muchos acólitos, que lean esto, opinen lo contrario, que cuánto más gasto en propaganda, mejor. En fin Serafín más corre el galgo que el mastín, pero si el camino es largo más corre el mastín que el galgo. En cualquier caso, sabio es nuestro refranero: ¡Nunca llueve a gusto de todos!
Antonio Durán Montero, maestro jubilado.