Hemos pasado de aquel refranero que nos decía «… aguas mil» a este carnaval electoral donde aparecen «falacias mil». Y como todo relato tiene un principio, pues vayamos a ello. Falacia procede del latín fallacia que significa engaño. Por tanto, la falacia es una trampa que tiene como objeto engañar a la gente utilizando un argumento que parece válido, pero no lo es. Se hacen con la intencionalidad de persuadir o manipular a los demás. Las falacias suelen ser muy sutiles, por lo que se debe prestar mucha atención para detectarlas. Voy a intentar revelar algunas falacias vertidas en un documento que se titula CERCA DE TI. Porque no todo vale cuando se trata de llegar a la verdad.
La primera falacia que se encuentra uno está en el título: Cerca de ti. Más lejos de la realidad, pues la figura del actual alcalde es algo quimérico e inalcanzable, pues siempre va rodeado de su cohorte de asesores. (Todos muy bien pagados). Además de atender poco o nada una audiencia solicitada por algún ciudadano o ciudadana y contarle su problemática personal, él sólo reserva su tiempo para los grandes (es el rum-rum que se oye en la calle).
Otra gran falacia es cuando se dice en el documento que «es un equipo que se renueva» cuando es conocido por todos que no, que eso no es cierto, pues es la misma lista de personas que ya salieron elegidas como concejales, excepto una y cuatro más que aparecen en los últimos puestos de la candidatura. Solo hay que acudir al BOP de la provincia y ver las candidaturas proclamadas para cerciorarse de que «no es un equipo que se renueva». También me ha chocado eso de utilizar un término muy obrero «que se remangan cada mañana», cuando el 98 % no ha trabajado en su vida laboral en una empresa que no sea el Ayuntamiento. Que no se interprete mal, en el sentido que los empleados públicos no sean buenos trabajadores, una cosa son los trabajadores y otra «los que mandan»
Otra falacia es el uso de un término utilizado de forma tenue y sutil como el de «estudios de….» (No voy a poner nombres, pero si acudís al documento es fácil deducirlo) Estudios de Aparejador y Magisterio. Estudios de Ciencias Químicas. Porque quien lo lee puede llegar a asociar la palabra estudios con el referido título que se otorga al terminar la carrera, cuando a lo mejor sólo han llegado a matricularse o a lo sumo asistir a algunas clases. En ese afán de cercanía y transparencia estaría bien que mostrasen públicamente sus titulaciones para sacarnos de dudas. Pero no, no lo harán. Al igual que los que dicen ser licenciados o diplomados en… deberían demostrar su experiencia laboral en dicha rama profesional para la que se han formado y su antigüedad en las empresas que la hayan desarrollado. Me parece que tampoco lo harán, pues su sustento está basado en comer de la olla grande, que es del ayuntamiento, (otros lo llamarán comer de la mamela) Evidentemente voy a hacer una salvedad; anteriormente hice referencia al 98%, pues si me consta que al menos dos o tres sí han trabajado en empresas ajenas al Consistorio, así que voy a hacerle caso a Cervantes cuando escribió aquello de «pagan a las veces justos por pecadores» (aunque en este caso haya más pecadores que justos).
Otra falacia a observar es el empleo de verbos que no comprometen a nada: animar, dinamizar, potenciar, reforzar…
Lo que diré a continuación es algo más técnico y que muchos ciudadanos quizás desconozcan y es que los servicios que prestan los ayuntamientos vienen regulados por la Ley 7/1985 Reguladora de las Bases del Régimen Local (LRBRL) y que los distribuye por números de habitantes, es decir a determinado número de habitantes que compone un municipio le corresponde un número determinado de servicios que hay que ofrecer obligatoriamente a la ciudadanía. Aquí quiero hacer un inciso y es que en el hablar cotidiano de la gente se oye decir: «es que San José presta mejores servicios que Brenes o Alcalá del Río» (por citar algunos pueblos más cercanos), pero es que La Rinconada está cerca de los 40.000 habitantes y los anteriores apenas superan los 10.000. No se puede comparar un AVE con un tren cercanías, aunque ambos sean trenes.
Pero que por muy grande o pequeño que sea el ayuntamiento, para nada viene en dicha ley algo referido a la construcción de carreteras, pues eso es competencia propia del Ministerio de Fomento. Por tanto, son falacias el enunciar en su programa electoral «Finalización y apertura del viaducto» pues no es competencia municipal. Por cierto, ese proyecto fue redactado por los órganos supramunicipales competentes (Consejería y/o Ministerio) allá por los años en que Enrique Abad era alcalde y de eso ya han pasado muuuuchoooos aaaañoooos, así que ese dichoso retraso tiene ya el apellido de morrocotudo. Una cosa es que una carretera pase por tu pueblo y otra cosa bien distinta y falaz es decirle a la ciudadanía: ¡mirad qué estupenda carretera hemos hecho! Y lo mismo referido a la SE-40.
Otra falacia sorprendente es leer en pie de foto —numerada 2— donde hace referencia que se ha adecuado el antiguo edificio de Bienestar Social, que ha sido remodelado para trasladar allí la Escuela Pública de Idiomas cuando en realidad es una academia privada que usa un edificio público para realizar su actividad y encima con competencia desleal. «Al pan, pan y al vino, vino», o lo que es lo mismo «Oro parece. Plata no es. Quien no lo adivine muy listo no es».
En fin, falacias haberlas haylas y muy CERCA DE TI. Tales como reformar un edificio público y «ofrecerlo publicitariamente» como casi de nueva construcción (e incluso reinauguración) con foto incluida en su omnipresente TOMA NOTA y difundido por la única voz que se oye en Radio Rinconada, la suya y la de los suyos. Y a eso llaman «democracia».
Pero me he dejado para el final una que no es una falacia, sino toda una certeza CERCA DE TI. El «repetido» candidato a la alcaldía lleva ya la señera cantidad de más de tres décadas cobrando nóminas que en otra vida laboral estaría lejos de cumplirlas. Y a sabiendas que algunas organizaciones políticas apostaron por la limitación temporal de cargos con la finalidad de hacer la política más cercana, porque hemos pasado de vivir para la política a vivir de la política. Es voz pópuli que la política se ha convertido en una profesión y que la mayoría que accede a ella ya no quiera abandonarla, cuando el principio básico nos dice que el ejercicio de la política es un servicio público y no es una profesión. Así que concluyo con una opinión que leí a una tal Gaia en un artículo del diario Público: «…Llevo años defendiendo lo mismo. De tal manera que no voto a partidos que siguen presentando a la misma gente». Habrá que aplicarse el cuento.