Las elecciones catalanas del pasado domingo crean nuevas perspectivas para Cataluña, como demuestran los datos de sus resultados en el siguiente cuadro, divididos en tres grupos fáciles de identificar:
El primer grupo alcanza los 1 054 754 votos y 48 diputados, gracias al PSC, que ha obtenido 220 101 votos y 9 diputados más que las elecciones anteriores, al conseguir ahora 872 959 votos y 42 diputados, y a pesar de que COMUNS-SUMAR ha perdido 12 891 votos, menos que los que se podría pensar, aunque les ha supuesto perder dos diputados, al obtener 181 759 votos, que les supone ahora 6 diputados.
El segundo grupo obtiene 1 348 183 votos (43,20%), en los que contabilizo los obtenidos por AC (Aliança Catalana, nuevo grupo de extrema derecha independentista) que ha alcanzado 118 302, los dos tercios de los que ha perdido ERC, que ha sido el partido que más votos ha perdido en estas elecciones (176 472), por lo que la perdida de votos de este grupo ha sido solo de 12 513. Sin AC, la perdida de votos de los tres grupos soberanistas, que han tenido más visibilidad durante el procés ha sido realmente de 130 815, habiendo pasado de tener el 49,63% de los votos en 2021 a obtener ahora el 43,20%, si se le añade lo que obtuvo el PdCAT. Solo JUNTS tiene un saldo positivo, quedando como segunda fuerza política en el parlamento catalán con 35 diputados. ERC, con 20 diputados, queda en tercer lugar, muy alejado de los 33 diputados alcanzados en 2021, al perder 176 472 votos: han pagado duramente por el deterioro de los servicios públicos catalanes y la precipitación en la convocatoria electoral. Son los grandes perdedores de estos comicios. También la CUP, que solo han mantenido 2 diputados de los 9 que tenía, al perder 61 237 votos
El tercer grupo consigue 613 619 votos, 307 429 votos menos que el segundo grupo y 441 135 votos menos que el primer grupo, aunque siempre dirán que son los ganadores. Los resultados electorales han supuesto: la desaparición de Ciudadanos en el parlamento, al quedar solo con 22 481 votos, habiendo perdido 135 422 votos, que presumiblemente han pasado al PP, y el aumento en votos y diputados del PP, alcanzado 233 522 votos más y 12 diputados más que en 2021. VOX gana 30 000 votos más y mantiene sus 11 diputados.
Primera lección: con estas elecciones el procés finaliza totalmente, debido a las políticas de diálogo que el PSOE, con el acuerdo del PSC, han mantenido en los últimos seis años y se han traducido en acuerdos positivos para ambas partes, destacando los indultos y la amnistía que se tramita aún en el parlamento español. El procés, como intento unilateral de proclamar la independencia, debe ser visto como un camino sin final posible, tampoco ninguna otra vía en estos momentos, pues la mayoría de los catalanes y catalanas las rechazan, después de años de incomprensiones y dificultades en la convivencia social y familiar y el entendimiento político. De hecho, 1 668 373 ciudadanos y ciudadanas han dado su voto a candidaturas no independentistas y solo 1 348 183 lo han hecho a candidaturas independentistas, que se han dejado en el camino un 6,43% con relación a lo obtenido en 2021, con graves consecuencias para ERC.
Segunda lección: solo Salvador Illa podrá formar gobierno siempre que cuente con el apoyo de ERC y COMUNS-SUMAR, siendo ideal la formación de un Gobierno de coalición de las izquierdas. Puigdemont, anclado en el pasado, no tiene posibilidades, menos aún cuando ERC ha manifestado que no lo apoyará, aunque el apoyo de ERC sería siempre insuficiente para hacerlo president, según los resultados de las elecciones. Además, creo que ningún partido quiera repetir elecciones, una opción no descartable.
Tercera lección: no es desdeñable (pues conocemos sus estilos parlamentarios), la presencia de la derecha y extrema derecha en el parlamento catalán, porque, incluyendo a AC, son 28 diputados, el 20,74% del total, y han recibido el 27,63% de los votos emitidos. Se sienten ganadores y, por tanto, «salvadores» de Cataluña, aunque no se sepa de qué Cataluña hablan, igual que les ocurre en toda España.
Y cuarta lección: Cataluña abre una nueva etapa política, cargada de nuevas perspectivas para la solución de sus problemas cotidianos, esperanzada en que nadie lo impedida y sirvan para su desarrollo económico y social.