Ā«En el dĆa de hoy, cautivo y desarmado el EjĆ©rcito Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus Ćŗltimos objetivos militares. La guerra ha terminadoĀ». La voz grave y solemne del periodista JosĆ© MarĆa de la Hera clavaba en infame y doloroso recuerdo a los asistentes en sus sillas. Daba comienzo la VI Jornada de Memoria DemocrĆ”tica 2022 Vega Media del Guadalquivir, una jornada de homenaje a los militantes antifranquistas que, interrumpida por la pandemia, reunĆa a familiares y amigos de los hombres y mujeres ālas olvidadas entre los olvidadosā que siguieron lucharon una vez terminada la guerra.
Las cifras de esta y de la posterior represiĆ³n, puestas negras sobre blanco, son espeluznantes. Medio millĆ³n de muertos, 450.000 exiliados, 150.000 represaliados, 270.000 detenidos en espera de juicio. 150.000 ejecuciones sumarias. Campos de concentraciĆ³n. Algunos, de exterminio.
Jorge Barrera, alcalde de Brenes, localidad donde se celebraba la jornada memorialista, daba cuenta de los logros de la Ley de Memoria DemocrĆ”tica, en especial la andaluza, que superaba a la estatal en ambiciĆ³n en algunos temas concretos y que ha traĆdo, ante todo, memoria, reparaciĆ³n y dignidad. Logros, que avisĆ³, Ā«estĆ”n en peligro por el acercamiento de la ultraderecha en las prĆ³ximas eleccionesĀ».
Francisca Bejarano, presidenta de la AsociaciĆ³n Pro Memoria DemocrĆ”tica Vega Media del Guadalquivir, organizadora del acto, incidĆa en este aspecto, Ā«los derechos que se reivindicaban en la RepĆŗblica son los mismos que reivindicamos hoy. No podemos olvidarĀ».
Tras las intervenciones iniciales, el silencio volviĆ³ a instalarse en la sala Blas Infante para visualizar el documental Ā«Los aƱos amargos de la posguerraĀ» de RTVE (2009), el mismo que enlazamos un pĆ”rrafo mĆ”s abajo.
Carmen Lara, acompaƱada a la guitarra por Samuel GutiĆ©rrez cantĆ³ la SoleĆ” de la Serneta, reflejando unos versos que hablan āsin estar compuestos para elloā del ostracismo al que los vencidos fueron sometidos
Un dĆa era yo la alegrĆa de mi casa un dĆa era yo la alegrĆa de mi casa y ahora no me puĆ©n ni ver, ay porque he caĆdo en desgracia y ahora no me puĆ©n ni ver, ay porque he caĆdo en desgracia.
Tras esta actuaciĆ³n, se diĆ³ paso a la conferencia principal, una ponencia de la historiadora MarĆa Victoria FernĆ”ndez LuceƱo de tĆtulo Ā«Miseria y represiĆ³n el primer franquismoĀ», esto es, la primera etapa de la dictadura, entre los aƱos 1939 y 1959, dos dĆ©cadas de una EspaƱa devastada, profundamente subdesarrollada. El aparato represor del franquismo comenzĆ³ tan pronto como en 1939, reciĆ©n terminada la guerra a asimilarse a la Alemania Nazi y aĆŗn mĆ”s, a la Italia fascista, de las que copiarĆa simbologĆa, justificaciones y mĆ©todos. Uno de ellos, el campo de concentraciĆ³n, a veces de forma improvisada, rudimentaria y con una absoluta falta de medios.
Por ejemplo, el de la Algaba (construido en terreno de Guillena), Las Arenas, que es exponente de la miseria econĆ³mica y moral del rĆ©gimen y cuya cruenta suma de resultados asciende a 144 fallecidos. Cuando se realizaron los trabajos de exhumaciĆ³n en 2021, ninguno de los cuerpos tenĆa orificios de bala. No habĆan sido fusilados, sino que murieron de hambre, frĆo, enfermedad y falta de cuidados.
FernĆ”ndez LuceƱo rescatĆ³ del Archivo Municipal un documento donde se refleja que Ā«el mĆ©dico del campo, que lo era tambiĆ©n del pueblo, informĆ³ al alcalde y al gobernador civil de que necesitaba urgentemente medios para los reclusosĀ». HabĆa colchonetas para 100 hombres, se hacinaban 300. Y ninguno tenĆa jerseys o mantas, sĆ³lo cubrĆan sus cuerpos con los monos de tela de la cĆ”rcel, desgastados y raĆdos. Ā«El delito de estos hombres fue la mendicidad tras la guerra, nunca fueron juzgados, y se les enviĆ³ a morirĀ». El mismo mĆ©dico del campo se quejaba a sus superiores de que Ā«no podĆa atender a los enfermos, a los que se denegaba la hospitalizaciĆ³n. El campo mismo carecĆa hasta de enfermerĆaĀ». El hospital al que se referĆa el mĆ©dico era el Hospital de la Sangre, hoy Parlamento de AndalucĆa.
Los mendigos fueron exterminados, no eran la estampa de la EspaƱa de la victoria. Afeaban las calles de las ciudades y amenazaban con propagar enfermedades, y se les aplicĆ³ una versiĆ³n bastarda y retorcida de la Ley de Vagos y Maleantes, aprobada en los estertores de la II RepĆŗblica y que en origen no sancionaba delitos, sino que intentaba la comisiĆ³n futura de los mismos. El franquismo la retorciĆ³ durante toda su historia, primero como elemento de depuraciĆ³n de la sociedad, que tendrĆa que ser hecha a imagen y semejanza del nacionalcatolicismo de esta primera Ć©poca. Posteriormente, en 1958, incluirĆa a los homosexuales. En los aƱos 70, rota la alianza entre la Iglesia y el rĆ©gimen ātras el advenimiento de los curas obreros, cuyo principal propĆ³sito fue erradicar la extrema pobreza de los aƱos del hambreā mutĆ³ en la Ley de Peligrosidad Social
Posteriormente, se harĆa entrega de pergaminos de reconocimiento a los familiares de los militantes antifranquistas mencionados en un relato hilado por RamĆ³n BarragĆ”n Reina (del que incluimos el texto Ćntegro mĆ”s abajo). Durante la lectura de uno de los nombres, un familiar se levantĆ³ para corregir un dato que no consideraba correcto, punto sobre el que BarragĆ”n se interesarĆa con Ć©l al tĆ©rmino del acto, a cuenta de la ayuda recibida en la cĆ”rcel por el PCE.
Una entrega efectuada por la presidenta de la asociaciĆ³n, Francisca Bejarano y alguno de los representantes de los municipios, como la alcaldesa de Cantillana, Ćngeles GarcĆa; el alcalde de Brenes, Jorge Barrera; el concejal de Tocina-Los Rosales, JosĆ© Manuel Vasco; o el concejal de Villaverde del RĆo, JesĆŗs Sarmiento.
El pĆŗblico hizo notar, durante la entrega de pergaminos a los familiares de los militantes rinconeros que el representante del ayuntamiento de La Rinconada, Antonio MarĆn, no se encontraba en la sala. Desde la organizaciĆ³n se explicĆ³ que el edil rinconero habĆa avisado de que no podrĆa asistir a toda la ceremonia. Ante estas explicaciones, un interviniente dijo no sentirse representado por un ayuntamiento que proclama que es Ā«socialista y republicano y, sin embargo, no puede reservar una tarde para conmemorar a sus luchadoresĀ». Esta intervenciĆ³n arrancĆ³ un sonoro aplauso entre los asistentes.
Momento mĆ”gico el vivido cuando el descendiente mĆ”s joven de un homenajeado āMiguel Doval Doblado, de Burguillosā recogiĆ³ el pergamino de las manos de la presidenta de la asociaciĆ³n.
El acto terminĆ³ con la doble actuaciĆ³n de Rosario Heredia y Alfonso Porcel, pospuesta por algunas dificultades, seguida del broche final a cargo de Carmen Lara.
El Antifranquismo comenzĆ³ pronto
(resumen del relato sobre los militantes antifranquistas de los aƱos cuarenta)
IntroducciĆ³n
En 1939 EspaƱa se convirtiĆ³ en una gran cĆ”rcel y la Dictadura, surgida de la violencia de las armas y de la represiĆ³n (autĆ©ntica limpieza polĆtica de clase), llevada a cabo desde 1936, abarcaba ya todo el territorio nacional. En la Vega Media, en la posguerra, un total de 313 hombres y mujeres pasaron por campos de concentraciĆ³n y prisiones: de AlcalĆ” del RĆo 34, de La Algaba 24, de Brenes 24, de Burguillos 14, de Cantillana 61, de La Rinconada y San JosĆ© 71, de Tocina-Los Rosales 78 y de Vtllaverde del RĆo 7. De ellos 22 murieron en la cĆ”rcel.
Son los aƱos de la autarquĆa, de sobre explotaciĆ³n obrera, escasez y el racionamiento, de hambre para la mayorĆa, riqueza para unos pocos, entre ellos los terratenientes de la Vega del Guadalquivir, con aumento de la pobreza y las enfermedades. Y tambiĆ©n de aƱos de miedo y del silencio sobre todo lo ocurrido, siendo las Ć©lites de siempre y los uniformados los que mandan en los pueblos, mientras el rĆ©gimen franquista se afianzaba en el interior y el exterior.
A pesar de ello, ya en las cĆ”rceles de Franco, muchos presos polĆticos continuaron organizados en sus respectivas organizaciones polĆticas o sindicales, realizando, entre otras, tareas de resistencia, de apoyo mutuo y de informaciĆ³n y propaganda, con carĆ”cter clandestino. Y en el exilio, las organizaciones intentaban, una y otra vez la oposiciĆ³n a la Dictadura:
- 1940: Organizaciones del exilio crearon, en Londres, la ADE (Alianza DemocrƔtica EspaƱola).
- 1942: El PCE organiza la UNE (UniĆ³n Nacional EspaƱola).
- 1943: Crean la JEL (Junta EspaƱola de LiberaciĆ³n), sin la CNT, ni el PCE.
- 1944: Organizan la ANFD (Alianza Nacional de Fuerzas DemocrƔticas), compuesta por PSOE, UGT, CNT-ML, IR, UR, ERC y PRF.
- El PCE ingresĆ³ en 1946. FuncionĆ³ hasta 1947
La represiĆ³n no cesĆ³. Durante esos aƱos hasta 1951 se produjeron 27 redadas en Sevilla y su provincia, de las cuales en 17 detuvieron a comunistas; en 10 a cenetistas, y en 9 a socialistas (la suma es mayor que el total, porque en algunas redadas detuvieron a miembros de las tres organizaciones o de dos de ellas). En ellas no estĆ”n contadas las redadas o batidas contra los guerrilleros antifascistas en las sierras o las detenciones de vecinos de la Vega Media acusados de colaboraciĆ³n con ellos tanto en Cantillana como en La Rinconada y condenados a aƱos de cĆ”rcel o a muerte.
Uno tras otros los comitĆ©s formados (provinciales o regionales) de las distintas organizaciones fueron cayendo en continuas redadas policiales, hasta tal punto que el PSOE y la CNT, con sus estructuras organizativas totalmente desmanteladas a finales de los aƱos cuarenta y principios de los cincuenta, dieron la batalla por perdida, aunque mantuvieron la acciĆ³n contra la Dictadura en el exterior y una mĆnima organizaciĆ³n, como es el caso de los socialistas sevillanos, aunque desvinculados durante aƱos de su direcciĆ³n en el exterior. En cambio, el PCE, con tenacidad, despuĆ©s del intento fracasado de invasiĆ³n por los Pirineos y de la Ćŗltima experiencia unitaria de la ANFD (Alianza Nacional de las Fuerzas DemocrĆ”ticos), continuarĆ” la acciĆ³n clandestina en el interior de EspaƱa, creando nĆŗcleos comunistas en los pueblos y ciudades, introduciendo propaganda (Mundo Obrero y Nuestra Bandera) para mantener viva y activa la lucha antifranquista, asĆ como dirigentes llegados de Francia o de Argelia, a pesar de las continuas desarticulaciones con detenciones, cĆ”rcel y ejecuciones, para organizar o reorganizar el partido una y otra vez.
Por ellos, la actividad antifranquista en los pueblos, en los aƱos cuarenta, aƱos mĆ”s duros de la posguerra espaƱola, comenzĆ³ pronto, siendo difĆcil y peligrosa, una acciĆ³n heroica, pues el aparato represivo de la Dictadura estaba a pleno rendimiento. En la Vega Media, algunos vecinos de sus pueblos, despuĆ©s de estar presos en muchos casos, se sobreĀpusieron a las desgracias que se estaban viviendo y decidieron luchar pacĆficamente por la libertad y la democracia cuando todo lo tenĆan en contra: formaron la vieja generaciĆ³n. AsĆ, la actividad antifranquista en los aƱos cuarentaĀ comenzĆ³ pronto, sin dejar nunca de ser difĆcil y peligrosa: fue una acciĆ³n heroica, pues el aparato represivo de la Dictadura estaba a pleno rendimiento, con la constante vigilancia de la Guardia Civil en todos los pueblos. Como digo en mi libro: Ā«VolvĆan a reunirse, aunque āeso sĆā en total clandestinidad, aunque el miedo, producido por la brutal y despiadada represiĆ³n en codas sus formas posibles, helaba las entraƱas y congelaba las ideas, siempre hubo hombres que supieron vencerlo, se sobrepusieron y convivieron con Ć©l y no dejaron que los paralizaraĀ». Era el renacer de la esperanza obrera, aunque tuviese un carĆ”cter muy minoritario, que poco a poco irĆ” creciendo y extendiĆ©ndose.
Militantes antifranquistas por municipios
En total 74 hombres que iniciaron, de forma personal y organizadamente, la oposiciĆ³n polĆtica al franquismo en la primera dĆ©cada (aƱos cuarenta) de la Dictadura. De ellos, 40 eran comunistas (organizados en el PCE), 24 socialistas (sin vinculaciĆ³n organizativa con el PSOE del exterior), 8 anarquistas (algunos a titulo personal), 1 republicano (UR) y 1 miembro de las JSU. Lucharon pacĆficamente por la libertad y la democracia cuando todo lo tenĆan en contra.
En AlcalĆ” del RĆo comienza a organizarse la lucha antifranquista, con la llegada a la localidad de Isidoro Alonso VĆ”zquez (nacido de AlmadĆ©n de la Plata en 1919) a mediados de los aƱos cuarenta, despuĆ©s de estar tres aƱos retenido en MahĆ³n, y de Cayetano Roca Mirete en 1948, procedente de AlmoradĆ (Alicante), su pueblo natal, al conseguir la libertad condicional con destierro. Ambos conocieron a Francisco Ruiz LĆ³pez, que era natural de Utrera, aunque vecino de AlcalĆ” del RĆo desde antes de la guerra, y en libertad condicional desde 1943. Los tres formaron la primera organizaciĆ³n comunista de la posguerra de AlcalĆ” del RĆo.
En 1950 Isidoro Alonso fue condenado a 6 meses de arresto mayor por actividades subversivas. En 1960 Isidoro y Francisco Ruiz fuero detenidos nuevamente en la gran redada, que se saldĆ³ con la detenciĆ³n de 140 comunistas de diversos pueblos de la Vega y otros cercanos a Sevilla. El PCE estaba organizando el ComitĆ© Provincial del Campo. A esa tarea estuvo destinado Alfonso (JuliĆ”n Grimau). Estuvieron tres aƱos en la PrisiĆ³n Provincial de CĆ”ceres, junto a otros hombres de la comarca.
En 1948 vuelve a AlcalĆ” del RĆo JosĆ© Delgado GonzĆ”lez, el que fuera Alcalde socialista en 1936, despuĆ©s de aƱos de cĆ”rcel y destierro. Mantuvo sus ideales polĆticos, viĆ©ndose asiduamente con otros compaƱeros y recibiendo y difundiendo El Socialista, la prensa del PSOE.
En La Algaba, Juan Antonio Carbonell TristĆ”n mantuvo el antifranquismo. NaciĆ³ en La Algaba en 1906. Fue lĆder de la CNT algabeƱa. Fue detenido en CĆ³rdoba y condenado a 12 aƱos. TrabajĆ³ en el Canal de los Presos, hasta 1943. SerĆa detenido dos veces mĆ”s: en septiembre de 1947 por actividades de carĆ”cter subversivo y en abril de 1948 junto con Juan DomĆnguez y Manuel GarcĆa, compaƱeros cenetistas por propaganda ilegal. Sufrieron torturas, de ellas Juan Antonio no se recuperĆ³ y muere en 1957.
Juan DomĆnguez Herrera habĆa nacido en La Algaba en 1909, afiliado a CNT, fue detenido y enviado en 1939 al BatallĆ³n de Trabajadores de Los Barrios (CĆ”diz) durante 14 meses. Por los golpes recibidos en 1948 quedĆ³ invĆ”lido de la aguda pleuritis que padeciĆ³. Manuel GarcĆa DomĆnguez, que fue detenido en abril de 1948, junto con Juan Antonio y con Juan DomĆnguez, participaba de los mismos ideales que ellos. La causa abierta contra ellos fue sobreseĆda, pues habĆan sido los falangistas los responsables de la propaganda.
Otro cenetista fue Antonio Escudero Torres. NaciĆ³ en 1918. pasĆ³ bastantes dĆas en el cuartel de la Guardia Civil y recibiĆ³ palizas y otros malos tratos, al sufrir repetidamente detenciones preventivas.
En Brenes Manuel Algaba Alfonseca (Lepe, 1914) fue quien comenzĆ³ a aglutinar a otros breneros dispuestos a la lucha contra el franquismo en el PCE. Detenido en 1937, fue condenado a un total de 15 aƱos. En 1943, obtuvo la libertad condicional. PasĆ³ por las prisiones de Astorga, El Puerto de Santa Maria y Sevilla. En 1960 fue detenido en la gran redada, de los 140 detenidos, siendo condenado a 7 aƱos de reclusiĆ³n. Estuvo tres aƱos (de 1960 a 1963) en la PrisiĆ³n de CĆ”ceres, pasando frio y hambre como todos los demĆ”s. Con Manuel Algaba colaborĆ³ en la lucha antifranquista su hermano Emilio, que en 1947 protagonizĆ³ una “remontĆ””, un abandono colectivo del trabajo, por no estar de acuerdo con el jornal que cobraban, manifestando abiertamente la protesta por las calles de Brenes; Antonio MĆ”rquez Navarro, que habĆa pertenecido a la CNT durante la II RepĆŗblica y que fue condenado a mĆ”s de 12 aƱos, estuvo en las cĆ”rceles de Sevilla, Ceuta y Toledo; Manuel GĆ”lvez MillĆ”n, Ćŗltimo Alcalde republicano de Brenes, que fue condenado a muerte, pero le conmutaron la pena por reclusiĆ³n perpetua, trabajĆ³ en el Canal de los Presos; JosĆ© Algaba Oliver, hermano de Juan Algaba Oliver, que fue presidente de IR en 1935 y concejal en 1936; Antonio MartĆnez Marcos, natural de PeƱarrubia (MĆ”laga), que fue detenido en 1960, al igual que Manuel Algaba y otros, siendo condenado a 6 aƱos de prisiĆ³n, de los que cumpliĆ³ tres aƱos en la PrisiĆ³n de CĆ”ceres; Francisco Noa MĆ”rquez, que tambiĆ©n fue detenido en 1960 y pasĆ³ tres aƱos en la cĆ”rcel de CĆ”ceres; Manuel Medina Rivera, ferroviario, afiliado a CNT en los tiempos republicanos, y JosĆ© Gaona SĆ”nchez (Brenes, 1919). JosĆ© Gaona y Manuel Medina fueron detenidos en 1960, pero no procesados. El Ćŗltimo de esta dĆ©cada que se integrarĆ” con 18 aƱos en el PCE fue RamĆ³n Algaba Alfonseca, hermano de Manuel y Emilio. Se encargĆ³ de repartir Mundo Obrero en Brenes y otros lugares de la comarca o entregarlos clandestinamente en Brenes.
AdemĆ”s, debemos considerar a SimĆ³n Torio Mojeda, socialista, que en aquellos aƱos tenĆa contactos con los comunistas breneros y manutvo siempre sus ideales hasta la democracia; y a Francisco MĆ”rquez Navarro, que fue presidente del Sindicato Obrero de la CNT de Brenes. Detenido en 1939 y condenado a reclusiĆ³n perpetua. Ćl y su hermano Luis llevaron a cabo una actividad cultura de difusiĆ³n de ideales anarquistas: Ā«a la revoluciĆ³n por la culturaĀ».
En Cantillana. Manuel Ortiz SĆ”nchez logrĆ³ reunir a otros cantillaneros en la lucha antifranquista. Fue sargento de la Guardia de Asalto (47ĀŖ CompanĆa) durante la RepĆŗblica, con destino en Barcelona. AllĆ fue detenido y juzgado en Consejo de GUerra en mayo de 1941, siendo condenado a reclusiĆ³n perpetua. PasĆ³ por las cĆ”rceles de Albacete, CĆ”diz, huesca y Sevilla, terminĆ³ en el Canal de los Presos. En 1944, con la libertad condicional, volviĆ³ a Cantillana con su familia. Fue entonces cuando forma el primer nĆŗcleo del PCE en Cantillana. En Ć©l se integraron Pablo RodrĆguez Burgos, que detenido y juzgado lo condenaron a 12 aƱos, trabajĆ³ en el Valle de los CaĆdos; Lorenzo Lozano Espinosa, que perteneciĆ³ a la CNT durante la RepĆŗblica y tras la guerra detenido y condenado a 12 aƱos, estuvo en el Canal de los Presos como esclavo de Franco y en 1944 entrĆ³ a formar parte del grupo de Manuel Ortiz; Manuel RodrĆguez Machuca, que naciĆ³ en 1914, fue herido al ser ocupada Cantillana por los militares sublevados y tras ser dado de alta volviĆ³ al pueblo; Manuel GarcĆa Naranjo, el cual perteneciĆ³ a las JJ.SS. y a la UGT y condenado a mĆ”s de 14 aƱos, pasĆ³ por las prisiones de Sevilla y MĆ©rida; JosĆ© Marroco Carrero, que habĆa pertenecido a la CNT, pero se afiliĆ³ al PCE durante la guerra, fue detenido en Madrid y condenado a reclusiĆ³n perpetua, estando en la prisiĆ³n de AlcalĆ” de Henares hasta 1943; JuliĆ”n Esteban Reina, que nace en 1921 y tras la guerra colabora con Manuel Ortiz desde el principio, al igual que su hermano Manuel, dedicĆ”ndose ambos a repartir Mundo Obrero; y Miguel RodrĆguez Reina, que naciĆ³ en 1914 y estuvo preso en Cantillana, cuando la ocupaciĆ³n militar, despuĆ©s huyĆ³ y enrolĆ³ en el EjĆ©rcito Popular de la RepĆŗblica, participando en la batalla del Ebro. Otros comunistas de estos aƱos fueron Manuel CastaƱo, Amador Filter Barrios y El Calero.
En Sevilla, Arcadio Campos Huerto, que naciĆ³ en 1916 y durante la RepĆŗblica habĆa pertenecido a la UGT y participaba en los carnavales cantillaneros al frente de una murga, fue detenido en diciembre de 1947 junto a otros 12 miembros de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). La policĆa habĆa encontrado propaganda y pasquines de carĆ”cter subversivo. Fue condenado en 1948 a 15 meses de prisiĆ³n.
Antonio Mahindo Amezaga, republicano, que en su zapaterĆa se reunĆan con otros viejos republicanos de la UR. Fue otra forma de mantenerse unidos y sentirse vivos en la situaciĆ³n en la que vivĆan. Este tipo de tertulias se dieron en distintos lugares y con distintas personas y se mantendrĆ”n hasta los aƱos sesenta.
En el tĆ©rmino de Cantillana, en El Cerrado de Miura va a surgir otro nĆŗcleo del PCE, al establecerse allĆ, hacia 1947, Rafael HemĆ”ndez JimĆ©nez, conocido por JosĆ© HernĆ”ndez, que habĆa nacido en Tabernas (AlmerĆa). DespuĆ©s de la guerra habĆa sido condenado a 15 aƱos de reclusiĆ³n. Estuvo unos aƱos en Argentina, pero volviĆ³. TambiĆ©n viviĆ³ en este lugar RamĆ³n Serena, nacido en PeƱarroya-Pueblonuevo (CĆ³rdoba), que defendiĆ³ la RepĆŗblica y que despuĆ©s de estar en algunos campos de concentraciĆ³n y cĆ”rceles, llegĆ³ al Cerrado en 1947.
Las reuniones se celebraban en la choza de Rafael HernĆ”ndez, en la trastienda de su taberna, donde leĆa los artĆculos de Mundo Obrero, cuando les llegaba. Otros comunistas convencidos, que frecuentaban aquellas reuniones, fueron Pascual y los hermanos JosĆ©, llamado Narciso, y David, que procedĆan de la Sierra de Aracena.
En San JosĆ© de la Rinconada, el Barrio, existe clara evidencia de actividad polĆtica organizada a mediados de los aƱos cuarenta. Uno de sus protagonistas fue Manuel BarragĆ”n Vera, natural de Berlanga (Badajoz). Fue detenido en agosto de 1946 por haber vendido un boleto de ayuda a Mundo Obrero por una peseta. TambiĆ©n fue detenido JosĆ© LĆ³pez RĆos, el comprador del boleto. Fue condenado a 5 aƱos de cĆ”rcel pur propaganda ilegal comunista, y JosĆ© LĆ³pez a 2 aƱos y 5 meses. Manuel fue detenido de nuevo en 1960, en la gran redada que afectĆ³ a algunos pueblos de la Vega Media, pero no fue procesado. Otros militantes comunistas que organizaron el antifranquismo fueron: Manuel Luque GarcĆa, nacido en MĆ”laga, estuvo en prisiĆ³n en 1944 y llegĆ³ al Barrio huyendo de la represiĆ³n procedente de Jerez de la Frontera; Juan Moreno PĆ©rez, natural de Villanueva de San Juan (Sevilla) en 1918 y en 1936, con 18 aƱos, huyĆ³ para defender la RepĆŗblica, siendo ya militante del PCE, y al finalizar la guerra estuvo tres aƱos en prisiĆ³n y otros tres haciendo el seivicio militar, como castigo, en 1948 llegĆ³ al Barrio, siendo detenido en la redada de 1960; Femando RamĆrez GarcĆa, que naciĆ³ en Ćllora (Granada) en 1907, viviĆ³ durante la RepĆŗblica en San JosĆ© y tras la guerra estuvo en el campo de concentraciĆ³n de La Rinconada, siendo absuelto en el Consejo de Guerra; Juan Bernal Vigal habĆa nacido en AlhaurĆn el Chico (MĆ”laga) en 1906, pero cuando MĆ”laga fue ocupada por los militares sublevados, huyĆ³ hacia AlmerĆa con su mujer y dos hijos, participando en la DesbandĆ”, y tras la guerra, se estableciĆ³ en Churriana (MĆ”laga) hasta que en 1948 llegĆ³ con su familia a San JosĆ©, siendo detenido en 1960, pero no fue procesado; y Manuel GonzĆ”lez Torres, que habĆa nacido en BenacazĆ³n (Sevilla) el aƱo 1915, llegĆ³ al Barrio en 1940 y ya era comunista, habiendo participado en la guerrilla antifranquista en la sierra. Otro comunista que volviĆ³ tras aƱos de cĆ”rcel fue Antonio GalvĆ”n Pariente, nacido en El Saucejo en 1910, y que en 1936 era vecino de San JosĆ© y secretario local del PCE. ColaborĆ³ con algunos socialistas (Luis y BenjamĆn DurĆ”n MarĆn) en una actividad arriesgada, muy secreta: la confecciĆ³n de salvoconductos para aquellos que lo necesitaban y para los maquis perseguidos.
Juan PĆ©rez Ollero habĆa sido Presidente del Sindicato de Obreros de la Tierra (UGT) de La Rinconada y concejal socialista en el Ayuntamiento en los aƱos republicanos. Estuvo en el campo de concentraciĆ³n Manuel Pueblo (Valencia} en 1939. Fue detenido en Sevilla a finales de 1941, junto a otras 170 personas comunistas y socialistas y fue condenado a 10 aƱos de prisiĆ³n en 1942. SaliĆ³ en 1948. Con Ć©l fueron condenadas otras 21 personas y en un juicio posterior a otras 25 a diversas penas entre 1 y 30 aƱos.
Otros viejos socialistas fueron CristĆ³bal GarcĆa Cano, que estuvo preso al finalizar la guerra, mantuvo unidos a sus compaƱeros durante la Dictadura, viĆ©ndose frecuentemente con ellos y en 1979, con las primera elecciones democrĆ”ticas, serĆ” concejal del PSOE del Ayuntamiento de La Rinconada; JoaquĆn Montoro del Moral, que naciĆ³ en Huetor-TĆ”jar (Granada}, huyĆ³ de San JosĆ© cuando fue ocupado militarmente y estuvo en el frente de AragĆ³n, siendo detenido en Barcelona; Felipe Polo Redondo, que llegĆ³ al Barrio e 1944, despuĆ©s de estar en las cĆ”rceles de OcaƱa, Santa Engracia y Polier; Antonio Gallardo Eslava, nacido en Los Corrales el aƱo 1901, que llegĆ³ a estas tierras en 1944, despuĆ©s de haber estado en prisiĆ³n y condenado en 1941 a 12 aƱos, y en 1950 sufriĆ³ un arresto de 8 dĆas, entre el 27 de febrero y el 8 de mano, junto a sus amigos Antonio Ale GonzĆ”lez y Basilio Ferrara Escobar, que era portuguĆ©s. TambiĆ©n, Emilio CĆ”rdenas, zapatero, que un dĆa huyĆ³ al saber que la Guardia Civil preguntaba por Ć©l y no se supo mĆ”s de Ć©l, aunque parece que muriĆ³ en los Pirineos, unido al maquis. Antes se reunĆa frecuentemente con BenjamĆn y Luis DurĆ”n MarĆn, que nacieron en Fuenteheridos (Huelva} en 1915 y 1908. BenjamĆn estuvo afiliado a la UGT durante la RepĆŗblica, junto a su hennano Luis realizaban una actividad clandestina en los aƱos cuarenta: la obtenciĆ³n de documentaciĆ³n legal para los guerrilleros antifascistas que operaban en las sierras sevillanas y cordobesas para poder salir de EspaƱa. Luis fue detenido en 1948 y juzgado en 1949 por su implicaciĆ³n en la obtenciĆ³n de un salvoconducto para Manuel Anaya Cantero, guerrillero en las sierras del sur de Sevilla, siendo absuelto. Juan Anaya Cantero, hermano de Manuel Anaya, que habĆa nacido en El Burgos (MĆ”laga} en 1898, fue detenido en de octubre de 1944 a enero de 1945 y en 1947 volviĆ³ a la cĆ”rcel sevillana, durante un aƱo, por dar cobijo a su hermano āmiembro de la guerrilla antifascistaā huido desde la Sierra Sur y detenido en 1947.
En Tocina, Manuel GĆ³mez Sierra, que naciĆ³ en BenalĆŗa de Guadix (Granada) el aƱo 1914, fue el hombre capaz de aglutinar a otros en la lucha antifranquista. Fue Secretario local de las Juventudes Libertarias de Tocina y estuvo afiliado a la CNT. Detenido en Alcora (CastellĆ³n) en 1939, pasĆ³ por varios campos de concentraciĆ³n y tenninĆ³ en la cĆ”rcel de Zaragoza. Condenado a 12 aƱos de prisiĆ³n y trasladado a Astorga (LeĆ³n) y al CPM Dos Hermanas (campo de la La Corchuela) en 1940. ComenzĆ³ la actividad ad antifranquista de forma organizada a partir de la creaciĆ³n de la ANFD. Sus reuniones y contactos con comunistas y socialistas, abarcaban una amplia zona: Tocina, Akolea, Cannona, la Baniada de San JosĆ© de la Rinconada y Brenes. Con Ć©l, pues se habĆan conocido en la cĆ”rcel, colaborĆ³ activamente Baldomero Escorial Menayo, nacido en Don Alvaro (Badajoz) el aƱo 1904, que perteneciĆ³ a la CNT y que fue detenido en 1938 y condenado a 30 aƱos, pero en 1940 pudo fijar su residencia en Tocina. Estuvo en prisiĆ³n de nuevo en 1946 durante un mes. Con ellos tambiĆ©n colaborĆ³ JosĆ© GarcĆa, socialista.
Otro socialista de Tocina fue JosĆ© Palma Salas, que naciĆ³ el aƱo 1917. PerteneciĆ³ a la UGT y a las Juventudes Socialistas durante la RepĆŗblica; en la guerra se afiliĆ³ al PCE. Condenado a 12 aƱos de cĆ”rcel, consiguiĆ³ la libertad condicional en 1943. VolverĆ” a ser detenido en la redada policial de 1944, que supuso desarticulaciĆ³n del ComitĆ© Regional del PCE y tambiĆ©n la detenciĆ³n de socialistas, siendo condenado a dos aƱos de prisiĆ³n.
En Los Rosales, en 1945, hubo cierta actividad clandestina, que tenĆa como punto de encuentro el bar Ā«Seis dobleĀ», donde se reunĆan personas Ā«con antecedentes marxistasĀ». SegĆŗn un informe de la Guardia Civil, Ā«hacen manifestaciones contra el Glorioso Movimiento Nacional, aprovechando las partidas de dominĆ³…Ā»
En Villaverde del RĆo. Baldomero y Manuel GonzĆ”lez RodrĆguez, hijos de Baldomero GonzĆ”lez Parrilla, el alcalde socialista, que fue asesinado en agosto de 1936 en AlcalĆ” del RĆo, junto otros villaverderos. Intentaron la reorganizaciĆ³n del PSOE en los aƱos cuarenta, pero por las muchas redadas de esos aƱos en Sevilla desistieron en el empeƱo, al igual que le ocuniĆ³ al PSOE sevillano despuĆ©s de las acciones realizadas por la ANFD contra la Dictadura, en la que participaron republicanos, socialistas, anarquistas y comunistas. Ā· Manuel GonzĆ”lez era enlace del partido y repartĆa con su bicicleta El Socialista por los pueblos de la comarca. A partir de 1947 los sentimientos e ideas socialistas quedaron para ser vividos en pequeƱos grupos y personalmente sin exteriorizaciĆ³n por el miedo, que llamaba a la prudencia, y las nulas posibilidades organizativas tras las redadas sufridas en Sevilla por las organizaciones obreras y republicanas.
Entre los socialistas mĆ”s recordados estĆ”n CĆ”ndido GonzĆ”lez FemĆ”ndez, Antonio y JosĆ© GarcĆa Chaparro, Manuel y Pablo Rivera GonzĆ”lez, hijos de Miguel Rivera Chaparro, asesinado en agosto de 1936, Antonio el Petaca, que era barbero y tuvo que irse a Tocina, pues nadie entraba en su barberĆa, JosĆ© Alrnansa, que conservarĆ” guardado su carnĆ© de la UGT, firmado por Baldomero GonzĆ”lez Panilla, y Emilio MorĆ”n.