El Pleno municipal del ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra aprobó avanzar en la tramitación de la calificación como Municipio de Gran Población, lo que habitualmente se llama Gran Ciudad. La alcaldesa, Ana Isabel Jiménez, considera que «Alcalá de Guadaíra está experimentando un notable crecimiento, por tanto, requiere de un modelo de gestión que se adapte a las necesidades de su tamaño». Además, «con un valor añadido, más allá de un número de habitantes, y es que en nuestra memoria e identidad supone que podemos estar orgullosos de nuestra ciudad, porque poseemos elementos económicos, históricos, culturales y sociales para ser una Gran Ciudad».
De este y otros puntos aprobados ha informado en rueda de prensa la portavoz del Gobierno Municipal, M.ª de los Ángeles Ballesteros, y el portavoz adjunto, Christopher Rivas, quienes han especificado todos los detalles del proceso para lograr esta calificación, entre otros puntos del orden del día.
En lo que se refiere a la denominación de «Gran Ciudad», el proceso de tramitación está ya en marcha y después del proceso administrativo y legal correspondiente llevará a la aprobación de forma oficial de Alcalá como Gran Ciudad, así lo ha manifestado Ballesteros.
El paso que ahora se ha dado en el Pleno, según Ballesteros, es la dación a cuenta de la memoria justificativa que acredita la existencia de circunstancias económicas, sociales, históricas o culturales especiales en el supuesto recogido en el artículo de la Ley correspondiente. Entre esas circunstancias figura haber superado los 75.000 habitantes. Pero la memoria justificativa incluye además los datos estadísticos, sociales o históricos que justifican esta calificación
El siguiente paso será la aprobación en Pleno de la solicitud. Luego se elevará la solicitud al Presidente del Parlamento de Andalucía. El Parlamento abordará la cuestión y procederá a su aprobación, en cuyo caso se publicará en el BOJA y entrará en vigor.
La calificación de Alcalá como Gran Ciudad supone una serie de ventajas. Los municipios con categoría de gran población disfrutan de diversas ventajas, la mayoría de ellas en el plano de organización interna. En este sentido, las grandes poblaciones pueden elaborar su propio reglamento de organización y funcionamiento, lo cual a su vez permite una mayor flexibilidad para adaptar el mismo a la realidad cambiante de la ciudad.
Por otro lado, los ayuntamientos de los municipios caracterizados como gran población pueden establecer ciertos niveles de descentralización de la administración, alcanzando la posibilidad de llegar con mayor facilidad a los diferentes ámbitos geográficos del municipio y prestar los servicios a la población de manera más directa y eficiente.
Así, esta calificación supone la creación de figuras de participación como el Consejo Social de la Ciudad, o la Comisión de Sugerencias y Reclamaciones, que supervisará la actividad de la Administración municipal y, en un informe anual, dará cuenta al Pleno de las quejas presentadas por los vecinos y de las deficiencias que hayan encontrado en el funcionamiento de los servicios municipales. También se crea la figura de los Distritos como órganos de gestión descentralizada. Y se creará un órgano para resolver reclamaciones económico-administrativas.
Ballesteros ha especificado que «en conjunto se trata de un nuevo modelo de administración más eficaz y acorde con el volumen de población».