Esta mañana una lectora nos ha trasladado que había ocurrido un atropello en la calle Madrid. Además, deseaba que la víctima del atropello se encontrara bien. En ese momento nos hemos puesto a revisar cuanta fuente de información tenemos a nuestro alcance, con el fin de contrastar y ampliar la noticia, en nuestro deber de dar el mayor contexto posible, siempre con el máximo respeto a la intimidad y privacidad de las personas.
No hemos encontrado nada, y quienes nos podían ampliar la noticia han preferido guardar silencio. Ergo, no hemos publicado nada. Al hilo de lo mismo, esta misma lectora ha publicado en redes sociales la misma noticia, recibiendo por el camino el comentario de «que eso no es noticia». No es la primera vez que esto ocurre, tachándose de morbo la preocupación o el simple interés por conocer la realidad concerniente.
En TuPeriódico intentamos publicar lo que ocurre a nuestro alrededor, empujando los límites de conocimiento habidos hasta ahora, con la convicción de que saber más y mejor nos hace más y mejores ciudadanos. El ciudadano, o ciudadana, no únicamente es aquel que habita la ciudad, sino como enuncia el Consejo Europeo, coexiste en una sociedad. Así pues, ¿qué es o no noticia en una sociedad?
Podríamos contestar a la anterior pregunta desgranando la teoría de la noticia, sobre lo que convierte a algo en noticioso, sobre su interés y utilidad. Llevamos, por ejemplo, varios días intentando obtener toda la información referente al presunto disparo de un Policía Local a la hora de reducir a una persona con un brote esquizofrénico, hechos que habrían ocurrido cerca de la entrada de Soderinsa. La cultura del silencio, de la vergüenza y el pasotismo han hecho su trabajo e impedido el nuestro. Al mismo tiempo, también han impedido que ustedes, lectores y lectoras, conozcan este incidente. Y por ende, que se pregunten si la actuación de la Policía Local fue ajustada a proporcionalidad o no.
Porque de eso trata todo esto: de hacer preguntas, de hacerse preguntas, sobre el funcionamiento de nuestras instituciones, de nuestra sociedad como conjunto de individuos coexistentes. Una sociedad donde importe algo más que nuestro ombligo, su interés y utilidad. Y para ello, TuPeriódico nada a contracorriente. Les ponemos otro ejemplo:otra fiel lectora, con el mejor de sus deseos, nos sugirió algo que ya habíamos discutido en la redacción: la utilidad de poner los precios diarios de la luz.
Como habrán visto, no proporcionamos esa información. Y existen varios motivos para ello, siendo el principal el de la utilidad. ¿A quién le va a ser útil esa información? Con toda probabilidad, no a quienes piensan. Para entender esta aseveración, debemos ir al meollo de la cuestión: prácticamente nadie conoce que ese precio es referencia a los contratos PVPC, los de último recurso, los que no ofertan las eléctricas. Ese precio no le va a afectar si usted ha contratado su electricidad tras ver el último anuncio verde de Endesa. Para ponerlo en cifras, tan solo uno de cada cuatro hogares tiene ese tipo de contrato.
¿Es que acaso no tienen esos hogares, el 25% nada menos, el derecho de conocer el precio de la electricidad?, pueden preguntarnos. Al cabo, les responderemos que tienen el mismo derecho que ese otro 75% que tampoco lo conoce, y sí mayores posibilidades de hacerlo. Simplemente porque es la tendencia dar ese precio en los telediarios. ¿Se seguirá dando el precio cuando baje de 40 euros el megavatio? O cambiando de tercio, ¿escuchan las cifras de nuevos contagiados, de ocupación hospitalaria, respecto del COVID? No, ahora la noticia es cuándo nos quitaremos la mascarilla. Muy curiosamente, es la misma tónica que la ocurrida en verano pasado, cuando se relajaron las restricciones.
He aquí donde entra la otra pata del periodismo, porque seamos sinceros, eso de contar las cosas que pasan lo puede —y lo hace— cualquiera. Pero no todo el mundo es y se hace responsable de lo que cuenta, ni lo que cuenta, cuenta realmente algo o para algo. Esa pata, la responsabilidad, es la que determina que TuPeriódico siga informando —ya sea con noticias o con nuestro marcador permanente— del COVID, o que tengamos un índice actualizado de precios de origen y consumo, de energía, o un Observatorio del Paro.
Esa responsabilidad es la que pone el acento a nuestras noticias, queriendo abrir el melón —bien conservado por lo demás— de la conversación social, del debate ciudadano, de la crítica constructiva. Queremos que además de leer, nuestros lectores piensen si lo que han leído es bueno para ellos o para su ciudad. ¿Es positiva la instalación de otro Mercadona, este en terrenos de la Unión? Casi unánimemente, usted responderá que, evidentemente, aquella plataforma de distribución ofrecerá empleos y productos para la zona. Aquí es donde entra nuestra lucha: nosotros no creemos que vaya a crear tantos puestos de trabajo, y es más, los puestos que cree serán en detrimento de otros con mayor valor. Hablamos del comercio local. Le invitamos a una pequeña apuesta: ¿se atreve a aventurar cuántos comercios tradicionales se instalarán en La Unión en los próximos años? Puede que siga pensando que la instalación de un comercio de estas características es positivo, y le invitaremos a pensar en que, en la misma zona existirán para ese entonces no uno ni dos, sino cuatro grandes plataformas de distribución —con sus propias diferencias—, compitiendo entre sí, y por supuesto, restando clientes e importancia a los pequeños comerciantes.
La noticia del atropello, o el flash que dimos a través de nuestra aplicación de un accidente de tráfico en el teatro, adquiere bajo nuestro punto de vista más importancia que el propio hecho en sí. Pensamos que ofrece la posibilidad de debatir sobre las causas. ¿Estaba la mujer cruzando la calle por una zona no señalizada?, ¿está la zona debidamente señalizada?, ¿es óptima y segura la incorporación desde la glorieta?, ¿está bien colocado el carril bici y las prioridades sobre el uso del mismo como paso de peatones, como tal señalizado?, ¿era adecuada la velocidad del vehículo y lo son las normas de velocidad de incorporación desde una carretera convencional?
Estas y otras muchas preguntas más son las que deben formularse en una sociedad avanzada, consciente de sí misma y atenta a la realidad que le rodea. De lo contrario, si nos contentamos con la publicación o lectura de buenas noticias, nos volveremos triunfalistas, conformes y conformistas con una visión parcial del mundo en que vivimos, mientras continuamos ajenos a su desarrollo. Al contrario, propugnamos activamente la participación en el desarrollo de nuestro presente, pues todos y todas debemos ser constructores de futuro.
Sabemos que antes, durante y después habrá muchos que piensen —y digan— que alzar la voz para contar lo que pasa es de estar aburridos, que para pensar lo que ocurre en la ciudad, prefieren pensar en lo que ocurre en sus casas. Piensen si cuando dicen «mi pueblo» no se están refiriendo precisamente a eso, su casa. Piensen si cuando dicen «no me des malas noticias» no están cerrando los ojos e ignorando que, por no haber hecho las preguntas necesarias, mañana el atropellado o atropellada será usted.