El pasado sábado se celebró el acto de presentación de la Mesa Local de Unidas Podemos x La Rinconada (UPxR), que coordinará el proceso de confluencia de los núcleos activos de Izquierda Unida y Podemos en La Rinconada, en el salón de actos del Centro Joven «La Estación».
Un acto donde la consigna del espacio era escuchar a la ciudadanía, los agentes sociales y las asociaciones, como paso previo a la construcción de su proyecto político, un proyecto que «estará vinculado a esta ciudadanía, sus inquietudes y necesidades y se conformará como estos quieran».

El eje de acción de la confluencia se describía en una breve alocución al comienzo del acto:
Bienvenidas y bienvenidos, gracias por acompañarnos en esta mañana de sábado. Sabemos que hay mil cosas más apetecibles que hacer en una mañana como esta. Sin embargo, habéis elegido estar aquí para alzar la voz y hablar de La Rinconada. Por ello, intentaremos ser lo más breves posible. Mi nombre es Sheila Guerrero y me acompañan las compañeras Carmen Mudarra, Merchi Suero y Sofía López, de Unidas Podemos por la Rinconada. También contamos con Manolo Lay y Mario Pérez, dirigentes provinciales.
Hemos de reflexionar acerca de lo que recientes sentencias nos cuentan sobre nuestra ciudad. Sentencias que vuelven a anular un modelo urbano alejado del pueblo, de la gente, de vosotras y vosotros.
Hemos de reflexionar sobre una ciudad que celebra un festival eterno mientras son ignoradas las más básicas necesidades ciudadanas, donde el paro y la inseguridad compiten por ser la mayor noticia.
Y es que La Rinconada es engañosa: una postal con enormes jardines llenos de familias, prósperas, felices. Sin embargo, solo hay que rascar un poco para encontrar aceras que no cuidan al peatón, pequeños comercios que cierran empujados por las favorecidas grandes superficies o una gran lista para la Seguridad Social. No son pocos los problemas. Ni pequeños: la desigualdad vive entre nosotros, y la gente pide un cambio.
La Rinconada se merece un futuro. La Rinconada necesita un futuro, y ese futuro tiene que comenzar escuchando.
Es necesaria la construcción de un nuevo espacio social, de convivencia, de progreso sostenible. Con un respeto a las tradiciones no enfrentado a la innovación y la modernización. Un espacio de todas y todos para cultivar, fomentar y proteger nuestra cultura y la creación de riqueza al servicio de la sociedad. Donde las rinconeras y los rinconeros sean protagonistas de su historia, y no solo figurantes.
Una alternativa social al programa establecido por los mismos engranajes de siempre, dedicada a la ruptura de un modelo que resta a nuestra ciudad y a sus ciudadanos. Los borra de la ecuación.
Solo una sociedad informada es verdaderamente libre, y puede afrontar los desafíos a los que se enfrenta La Rinconada. Unos desafíos que determinarán su destino, y con él, el futuro de cada uno de nosotros.
Y es que este FORO CIUDADANO nace con el firme propósito de escuchar vuestras voces. Los problemas de vuestros barrios y calles, y las soluciones que proponéis, pues nadie mejor que vosotras y vosotros sabe lo que necesitáis.
Esperamos estar a la altura del compromiso que exigís, y de la importancia que este acto encierra.
Para hacer buena la intención, el acto, presentado y moderado por mujeres, —miembros de la Mesa Local de la confluencia— consistió primordialmente en la recepción de las inquietudes ciudadanas por parte de la nutrida asistencia. Así, más de una docena de intervenciones glosaron sobre problemáticas vecinales, del entorno, además de inquietudes políticas.
Dichas intervenciones comenzaron con las alocuciones de los dirigentes de la Mesa Provincial de Unidas Podemos, José Antonio Mesa (IU) y Mario Perea (Podemos) que incidieron en «abandonar las viejas retóricas y aceptar la diversidad ideológica como una seña de identidad». Al tiempo, se ponía de relieve la utilidad de propuestas «viables y que inciden en el origen de los problemas de la gente», citando como ejemplos el escudo social promovido desde el gobierno de coalición, o las comunidades energéticas locales que algunos ayuntamientos gobernados por UP han puesto en marcha.


«Unidad, unidad, unidad» era la consigna más repetida entre los intervinientes, recordando quizá el mítico «programa, programa, programa» que en boca de Julio Anguita significaba «contenido antes que siglas». Precisamente a eso se refería uno de ellos: «dejar de luchar entre nosotros, con todas las contradicciones que nuestros principios permiten, es un enorme logro que se debe traducir en poner negro sobre blanco soluciones para la gente».
Soluciones para miríadas de problemas, algunos no tan menores, pues en las dos horas que duró el acto, la escala se incrementó desde la «falsa sensación del buenvivir que este pueblo proyecta», a la acusación de dictadura del PSOE, que «pone en la lista negra a aquellos que no comulgan con sus ideas». «La gente tiene miedo de hablar» se apuntaba, «mientras, nos venden mucha desinformación, pero la realidad es que hay mucha gente con sensibilidad y compromiso».
No faltaron menciones a la guerra de Ucrania que, analizando las lecciones que se podían extraer de su contexto, pedían «no comprar los relatos mayoritarios sin más y hacer uso del sentido común y de la crítica», todo para no «dejarnos despistar por censuras y mayorías absolutistas»

Algunas alocuciones partían de históricos personajes del pueblo, como la de Manolo el cura, que recordó que la lucha obrera también era una lucha cristiana que no estaba reñida con la militancia en partidos de izquierdas (que piden la laicidad del estado), sino todo lo contrario. Celebraba la actitud de escucha y de activismo, recordando las recientes marchas, concentraciones y manifestaciones por la sanidad pública que desde hace unos meses UP viene poniendo en marcha. «Hay que salir a la calle, ir a los barrios».
