Para argumentar el relato que a continuación leerás me voy a trasladar a la infancia de los que nacimos a mitad del siglo pasado. En nuestra infancia y pre pubertad era una costumbre encontrar «peleíllas» con algún conocido, para ello sólo había que mojarse el dedo índice con saliva y mojarle la oreja. Eso era señal y motivo de agresión. Y, automáticamente, se iniciaba la pelea.
Digo esto porque algo similar, salvando las distancias y las circunstancias, es lo que está ocurriendo en el actual conflicto Rusia-Ucrania. Es evidente que ha habido una agresión de Putin hacia el pueblo ucraniano y no hay atenuante ni justificación alguna. Pero, haciendo de abogado del diablo, es también cierto que desde todos los medios occidentales se nos informan desde una sola óptica: la escalada militar. Y poco o nada se nos informa de la escasa opción de la vía diplomática desarrollada (quizás porque no haya existido).
Poco se ha relatado de lo concerniente a los acuerdos de Minsk y nada se ha especificado de la expansión de la OTAN en esa zona neutral de equilibrio «tras el desmoronamiento de la antigua URSS». Cuestión que el nacionalista Putin y su círculo oligárquico más estrecho, entendían que le mojaban la oreja continuamente, o sea, para ellos era una amenazaba intolerable. Mientras que USA, con su brazo militar llamado OTAN, menospreciaba de un modo humillante las inquietudes rusas en materia de seguridad, y en particular, con la advertencia hechas sobre sus claras líneas rojas: Georgia y especialmente Ucrania. Todo esto se elude y se esquiva en los distintos medios de información occidentales. Esto es materia no discutible.
Recuerdo una lección de un profesor de filosofía en mis años de bachillerato que nos dijo: «todo efecto es producido por una causa que lo motiva, es ahí donde hay que ahondar para descubrir el por qué». Hoy, eso significa el por qué no se ha realizado el esfuerzo necesario para comprender el por qué ha ocurrido esta tragedia (efecto) y qué se podría haber hecho para evitarla (causa).
La pregunta que me hago con frecuencia es que, si hay bastantes voces que ya se han pronunciado sobre que el mundo actual está cambiando de base, por qué la mayoría de los analistas no ponen los puntos sobre las íes y lo clarifican: ¿Es Ucrania el único objetivo? Si tras la crisis de 2008 se ponía fin a la etapa de globalización neoliberal y unipolar tras la finalización de la guerra fría y que se ha iniciado otra etapa en cuyo centro está la cuestión de quién y cómo se regentará el poder en el sistema mundial: ¿Somos cobayas de un nuevo experimento del sistema geopolítico? Unos por acción y otros por inacción.
Porque creo que otra Europa y otro mundo es mejorable. No sé si me explico.