Sábado para el esparcimiento y el ocio en el patio trasero del IES Carmen Laffon, donde una vaca Holstein —las de los anuncios de chocolate, las negras con manchas blancas— de nombre Fortuna ha repartido eso mismo entre varias familias que se han llevado diferentes premios por cada una de sus deposiciones. El festival, en su segunda edición y organizado por la Agrupación Parroquial El Olivo, es una jornada de convivencia de la Hermandad.

Así, hasta tres cacas premiadas. La primera, entre las 14:30 y las 15:30 con un premio de 500 euros en metálico y 50 euros en consumiciones si el boleto premiado se encuentra entre el público presente. La siguiente, entre 16:30 y 17:30, con una cuantía de 1 000 euros y 100 euros en consumiciones; y por último, entre las 18:00 y las 19:30, 2 000 euros en metálico, una paletilla ibérica y 100 euros en consumiciones.
Igualmente, se han realizado numerosos sorteos de lotes de regalos aportados por la larga lista de establecimientos colaboradores, algunos de los cuales han estado presentes en forma de mercadillo.

La jornada ha estado amenizada por diferentes actuaciones, como la exhibición de la Academia de Baile Antonia de los Santos, flamenquito con Luisma Morales, la actuación de Ramoni, la voz del Carnaval; flamenco joven con Gonzalo y Manuel; el Grupo Colete con Pop en acústico; sevillanas y rumbas de la mano de Calle Betis; y pop ochentero con Chancletas.

«La caca de la vaca» parte de una idea oriunda de un pequeño pueblo ourensano —Amoeiro— en el que ya en 2008 se recaudaron 60 000 euros para su equipo de fútbol y que alcanzó relevancia nacional, exportándose a todo el territorio. No obstante, aunque esa es la primera vez que podemos rastrear la escatológica mecánica, no es nacional, sino que procede de Suiza, que aunque se considera tradicionalmente un país vaquero, en realidad cuenta con un censo de vacas de apenas medio millón. Por contra, en España hay 6 millones.