El BOE de ayer recoge una resolución del Ministerio de Transición Ecológica que establece el nuevo precio de la bombona de butano naranja tradicional a partir del martes 15 de marzo: pasa de 17,76 euros a 18,63.
Así, la subida es de 87 céntimos. Pero, si vamos más atrás, pagamos cada bombona de butano casi cinco euros más cara que hace justo un año. La resolución sigue la línea ascendente de las últimas subidas, contenidas por la regulación gubernamental. De hecho, y como lleva pasando en todas las últimas actualizaciones, el precio sube el máximo permitido para cada dos meses, un 5%.
Evolución del precio de la bombona de butano
Precios finales de venta al público (en euros) de bombona de 12,5 kilos incluidos impuestos.
Este tope, que permite amortiguar subidas bruscas, es del mismo tipo que el que el Gobierno aprobó en septiembre de 2021 para la tarifa de último recurso de gas natural. En ambos casos, no es que las empresas cobren menos, sino que todo lo que supere esa subida ‑en este caso del 5%- se acumula para pagarlo más adelante, cuando la situación mejore y bajen los precios.
Lo habitual es que el precio de la bombona de butano suba en los meses de invierno y baje durante la temporada más cálida. No este año, que la escalada de precios del gas hace que lo que se paga por ella cada mes haya ido subiendo todo el año, con cada revisión, sin importar la época del año. De hecho, desde septiembre de 2020, cuando costaba poco más de doce euros, no ha parado de encarecerse. Por entonces costaba 12,09 euros. Ahora, 18,63, una subida de unos seis euros y medio.
Estos precios regulados afectan solo a las bombonas tradicionales, las de doce kilos y medio con una tara específica, y no al resto de formatos, como las pequeñas o aquellas de plástico, que tienen precio libre.
¿Cómo se calcula?
Estas resoluciones, que se publican cada dos meses, establecen los precios máximos antes de impuestos, en céntimos de euro, por kilogramo, de los envases de más de ocho kilos y menos de 20. Están basados en la cotización internacional del petróleo, los tipos de cambio y los costes de comercialización estimados. A partir de esa cifra se calcula el precio de venta al consumidor.
Según la norma, la cifra no puede subir o bajar más de un 5% con respecto a la anterior marca. Si eso ocurre, se produce un remanente que se guarda para posteriores cálculos. Es por esa razón que la subida publicada hoy no rebasa ese tope del 5%, como pasó en las anteriores actualizaciones. Si no se hubiera aplicado ese tope, sería bastante más cara. Así, se ha subido todo lo posible dentro de lo que marca la ley.
La resolución de hoy da un precio máximo de 121,6989 céntimos de euros por kilogramo. Si multiplicamos esa cifra por los 12,5 kilos de la bombona tradicional, le sumamos el impuesto especial de hidrocarburos (15€ por tonelada) y acabamos aplicando el IVA (21%) y redondeamos, obtenemos la cifra final de 18,63 euros, el precio que entró en vigor a las doce de la noche.