«Buenas tardes, le llamo de ClicSalud» sonó a través del aparato cuando Pepi descolgó el aparato. Automáticamente, bajó las defensas y prestó toda su atención. «Le llamaba para concertar una cita para que un técnico vaya a su domicilio a revisar el estado del agua».
Este es el modus operandi de una empresa que concierta citas telefónicas, haciéndose pasar por el Servicio Andaluz de Salud o, en otras poblaciones, la empresa municipal de aguas. El objetivo: conseguir entrar en casa del potencial cliente. ¿La razón? Vender puerta a puerta es ilegal desde hace poco más de dos años, por lo que los comerciales de esta —y otras empresas— se exponen a encontrarse con la policía en una de sus visitas a puerta fría.
Tras este subterfugio de suplantación, la compañía obtiene el consentimiento para realizar una toma del agua del domicilio y, acto seguido, vender su producto.
Este método ha llevado a Guillena a tener que salir al quite de las llamadas e informar que desde la empresa municipal del agua de Guillena (Emusin), no se estaba realizando ninguna campaña de control de calidad del agua, y que quien está detrás de las llamadas es una empresa de venta de filtros.
Si bien este comunicado ha sido emitido hoy jueves por el Ayuntamiento de Guillena, no ha tardado en propagarse por las redes sociales de nuestra ciudad la misma pregunta, una vez desactivada en el municipio guillenero la tapadera institucional.
