De un tiempo a esta parte, se ha notado, de manera más o menos descarada, la «evolución» de algunos periodistas.
En uno de los últimos vídeos colgado en las redes sociales, el Sr. Alsina parece que por fin ultima su deriva, abandona la imparcialidad y la equidistancia, y se decanta por una dirección concreta, una dirección que le lleva a remar a favor de las naves conservadoras. Nada que objetar, cada cual es muy libre de expresar su opinión, cambiar de ideas e incluso, de tergiversar las cosas. Claro que esto último, aparte de poco ético, tiene un significado muy concreto: claudicar. Y, posiblemente, en las conclusiones de estas líneas quede claro por qué claudica, ante quienes hinca la rodilla y quién dirige esas capitulaciones del Sr. Alsina.
Hay que dejar constancia que el Sr. Alsina ha sido durante muchos años un periodista de un comportamiento profesional y ético intachable. Algo que, sobre todo en los últimos tiempos, ha ido variando y su veleta, poco a poco, en consecuencia girando hacia el este, el punto cardinal situado a la derecha.
En el último vídeo en el que aparece el periodista mencionado, no sólo no mantiene la neutralidad y la imparcialidad, sino que culpa directamente a Pedro Sánchez, Presidente del Gobierno actual, de la no renovación del Poder Judicial, de mentir y de varias cosas más. No es que sea un despropósito, ya que eso sería simplemente un error más o menos criticable, sino que es totalmente intencionada la acusación, según mantiene a todo lo largo de la disertación grabada. No se detiene en culpar siquiera al Gobierno de Izquierdas, algunos, parece que ahora mentores del Sr. Alsina, prefieren llamarlo Gobierno Social-Comunista, ni siquiera al partido que sustenta al Sr. Sánchez. El culpable directamente y sin vacilaciones, al menos para el citado periodista, es Pedro Sánchez. Es un comportamiento muy en línea con el otrora Jarrón Chino por excelencia, uno de los elefantes plateados de este país que ya no disimula sus simpatías políticas. Se nota mucho, demasiado, de la mano de quién camina el Sr. Alsina.
Y es que el periodista de Onda Cero siempre ha sido reconocido como muy bien documentado, mantener una línea imparcial y recta en su información sin hacer distingos de personajes ni de siglas y decir las cosas sin rodeos ni tapujos. Por tanto, no cabe la ignorancia en el «error» (parece que intencionado) de señalar al Presidente del Gobierno como culpable de la no renovación del Consejo General del Poder Judicial, un órgano, por cierto, que debe ser reflejo de la voluntad política de los ciudadanos. No cabe la ignorancia porque, como bien documentado que se le supone, el Sr. Alsina es totalmente consciente de que la renovación de ese órgano de gobierno de los jueces, necesita el voto afirmativo de las TRES QUINTAS PARTES de los miembros del Congreso de los Diputados, o sea que se requiere un amplio consenso o acuerdo entre los dos grandes partidos y el resto de las formaciones parlamentarias. Cabe preguntarse si esta postura corresponde a mala intención por parte del comunicador de la emisora ya mencionada. Queda en el aire la cuestión planteada.
Como se ha dicho anteriormente, el Consejo General del Poder Judicial, órgano de gobierno de la judicatura, debe ser un reflejo de los resultados electorales y, por tanto, repetimos, es imprescindible un acuerdo parlamentario muy amplio, para contar con el voto de las TRES QUINTOS de los diputados en el Congreso. Parece que ese detalle se le «olvida» al Sr. Alsina. Al igual que se olvida que han sido al menos en siete ocasiones, si no nos falla la memoria, en que el PP ha encontrado una excusa para no apoyar el cambio del citado órgano judicial en contra de la opinión de la casi totalidad de los otros grupos del Congreso. También pasa por alto el Sr. Alsina que hasta el Comisario Europeo del gremio ha fracasado en su intento por conseguir un acuerdo entre PP y PSOE, en este último caso la excusa que sirvió de negativa al PP ha sido la famosa amnistía. Ni siquiera la mediación de la UE ha hecho cambiar sus posiciones al partido conservador español.
Llegados a este punto cabría preguntarse por qué esta cerrazón del PP a reconocer los resultados electorales y actuar en consecuencia para que el Consejo General del Poder Judicial sea el reflejo de los votos emitidos por los españoles. Quizás, y sin ánimo de pecar de malpensados, ni de ofender a nadie y tampoco poner en tela de juicio nada, las actuaciones de algunos órganos judiciales y algunos jueces den la clave para responder a esa cuestión. Tal vez se trate de conseguir, de algún modo, impunidad.
Por cierto, muchos españoles se preguntan qué le habrán prometido al Sr. Alsina para que haya virado de esa forma; porque de dónde vienen esas promesas está muy claro y quién es la mano amiga que le acompaña, no admite ninguna duda.