En un sector de la Jarilla, urbanización del municipio sevillano de La Rinconada, están viviendo un infierno con la luz. Desde hace mucho tiempo, tanto como años, se vienen produciendo lo que llaman «micro-cortes» de luz y que afecta al normal desarrollo de trabajo y vida cotidiana.
Más acusado es la incidencia aumenta en días de lluvia o temporal, tal y como denuncian los vecinos, que han solicitado informes sobre la problemática. A este efecto, han recibido un informe sacado de los reportes de actividad que las compañías de seguridad le proporciona a sus clientes abonados.
Se han dado toda clase de avisos a la compañía E-distribución (ENDESA) pero no hay reacción por parte de la distribuidora.
Está afectando seriamente no solo a los hogares sino a la Farmacia, a la estación de bombeo y cloración que EMASESA tiene instalada en el sector, al alumbrado público, a las cámaras de seguridad vial, a los dispositivos electrónicos (internet y comunicaciones), lo que provoca tanto averías en los aparatos como, en algunos casos, graves problemas de infraestructura pública.
Los vecinos de la urbanización no entienden que «una compañía tan diligente en el cobro y facturación no tenga la misma reactividad ante estas incidencias que se vienen repitiendo desde años». Los vecinos «estamos cansados de tanta desconsideración. Son 100 casas, 100 familias afectadas que se sienten impotentes» y, anuncian, van a organizarse para requerir soluciones.