Desde su fundación en 1975, EMASESA —primero, empresa municipal dependiente del Ayuntamiento de Sevilla, posteriormente en 2007, empresa metropolitana que da servicio a más de un millón de habitantes— había estado centrada fundamentalmente en abastecer, sanear, depurar y, cuando hacía falta, arreglar averías, como partes esenciales del Ciclo Integral del Agua del que la compañía es responsable.
Durante este tiempo, y gracias al fomento de la corresponsabilidad en el ahorro del agua y el cuidado del entorno, el consumo ha descendido en 64 litros por habitante y día, desde los 176 l/h‑d de 1991 a los 112 de 2019. Este descenso se debe a una mayor concienciación ciudadana sobre la escasez del líquido elemento, nuevos procesos de recuperación de agua y mejores infraestructuras.
Precisamente en este último punto, las infraestructuras, es donde EMASESA quiere ahora hacer hincapié, pasando de ser una empresa reactiva, que arregla cuando hay que arreglar, a ser proactiva, conociendo de antemano la obsolescencia de los activos de su red, algo definido por la propia empresa como problema de escala mundial. Esto permitirá al distribuidor ser más eficiente en la renovación de equipos, programando con mayor antelación obras de mejora de la infraestructura con el consecuente ahorro en tiempo y dinero para todas las partes.
De esta manera, EMASESA ha abierto un proceso de consulta ciudadana para la redacción de su primer Plan de Sostenibilidad de Infraestructuras, una consulta que junto a un comité técnico de expertos, representantes del entorno social como ecologistas, empresas o asociaciones y un grupo interno de la empresa, determine las necesidades y percepciones sobre la prevención de la renovación de las infraestructuras.
La consulta, que está abierta hasta el próximo día 22 de noviembre, forma parte de un proceso de cinco fases que determinará como plantea EMASESA la gestión futura de su patrimonio. Se puede participar en el proceso a través del siguiente formulario.